El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha sido un “éxito hasta cierto punto” y para que sea “rotundo” y se renueve el próximo 1 de julio se requiere de más avances, afirmó Jamieson Greer, titular de la Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR).
De conformidad con la Ley de Implementación del T-MEC, en reuniones privadas, Greer presentó un informe al Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes y al Comité de Finanzas del Senado el 16 y 17 de diciembre, respectivamente, sobre el funcionamiento del T-MEC antes de la revisión conjunta del 1 de julio de 2026.
Este informe lo hizo verbal, no público; pero la USTR difundió este miércoles una declaración para explicar los resultados del proceso de consultas, las audiencias presenciales con las partes interesadas y la propia opinión de la USTR sobre la revisión del T-MEC.
“El T-MEC ha tenido éxito hasta cierto punto. Como se puede ver en la información que hemos recibido de las partes interesadas, existe un amplio apoyo para el Tratado”, dijo Greer.
En el balance de la USTR, el T-MEC ha brindado cierta certidumbre al comercio norteamericano. Las exportaciones estadounidenses de bienes y servicios a Canadá y México aumentaron 56% desde 2020. Los salarios de los trabajadores mexicanos casi se duplicaron, de 2.3 dólares por hora en enero de 2020 a 4.2 dólares por hora en septiembre de 2025, “al menos en parte, gracias a las reformas laborales exigidas por el Tratado y al uso frecuente del Mecanismo de Respuesta Rápida”. Y esto facilita que los trabajadores estadounidenses compitan con México.
Al mismo tiempo, añadió la USTR, México ha logrado capturar aproximadamente 25% de la reducción del déficit comercial bilateral de Estados Unidos con China, lo que demuestra el importante papel que desempeña México en los esfuerzos de resiliencia de la cadena de suministro estadounidense.
Sin embargo, para la USTR es evidente que no se han alcanzado todos los objetivos estadounidenses con respecto al fortalecimiento de la capacidad manufacturera de Estados Unidos y la creación de buenos empleos, y casi todas las partes interesadas abogan por mejoras.
La USTR expuso que algunos ejemplos de deficiencias específicas incluyen los continuos desafíos de México con la aplicación de la legislación laboral, incluyendo su falta de autoridad sancionadora al Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, y los déficit presupuestarios en el programa de Ventanilla Única electrónica de México para facilitar los trámites aduaneros.
Además, el déficit comercial de bienes de Estados Unidos con sus socios sigue siendo extremadamente alto. Si bien el comercio dentro de América del Norte es más propicio para fortalecer la seguridad nacional que el comercio con otras partes del mundo, la USTR considera que el elevado déficit comercial refleja la deslocalización y desventajas estructurales.
Entre sus propuestas, la USTR plantea desarrollar mecanismos para penalizar la deslocalización de la producción estadounidense a México o Canadá como resultado de arbitrajes regulatorios y de otro tipo.
“Otras deficiencias incluyen cambios perjudiciales en el clima de negocios en México, mejor ilustrados por las recientes reformas constitucionales de México para renacionalizar su sector energético de maneras que perjudican a los inversionistas estadounidenses, y la negativa de México a compensar a la empresa estadounidense Vulcan Materials por el robo de su mina de grava”, dijo Greer a los legisladores.
Por su parte, la USTR cuestionó que Canadá insiste en mantener su Ley de Transmisión en Línea, una ley que “discrimina” a las empresas tecnológicas y de medios estadounidenses, así como otras medidas que restringen el comercio de servicios digitales. Canadá también mantiene políticas que “restringen injustamente” el acceso al mercado de los productos lácteos estadounidenses.
“Finalmente, el T-MEC no fue realmente diseñado y, por lo tanto, no ha podido abordar el aumento repentino de la inversión de empresas domiciliadas en economías no mercantiles de la región ni los efectos del exceso de capacidad industrial en las tres economías”, dijo Greer.
“Por lo tanto, no creo que podamos decir que el T-MEC sea un éxito rotundo. Afortunadamente, ya hemos tomado medidas para abordar algunas de estas deficiencias, incluyendo la acción de la Sección 232 sobre automóviles para crear más incentivos para la producción nacional”, agregó..
De cara al futuro, Greer expuso que la pregunta es si, reconociendo estas deficiencias, se debe hacer algo para cambiarlas.
Las opiniones de las partes interesadas son diversas. Muchas de ellas desean mantener lo que admiten es un statu quo poco deseable al mantener el Acuerdo “tal como está”, pero al mismo tiempo exigen cambios significativos para abordar las deficiencias identificables.
“La opinión del USTR es que, independientemente del valor del T-MEC para Estados Unidos e incluso para América del Norte, las deficiencias son tales que una aprobación automática del Acuerdo no conviene al interés nacional. La USTR mantendrá abiertas las opciones del Presidente, negociando firmemente para resolver los problemas identificados, pero solo recomendando la renovación si se puede lograr la resolución”, concluyó.
Puntos que debe mejorar México, según la USTR:


