Los inversores del exterior tienen a la Argentina identificada y están mirando con atención si las reformas pendientes salen por consenso y son sustentables en el largo plazo, señala Miguel Urus, Country Senior Partner de PwC Argentina hace dos años y medio. Con una larga trayectoria dentro de la big four –ingresó en 1987 en el área de auditoría, donde desarrolló toda su carrera-, Urus anticipa que PwC quiere alcanzar las 6000 personas en los próximos cuatro años en su división de exportación de servicios (hoy son 3500) y afirma que la inteligencia artificial no está reemplazando puestos de trabajo en auditoría y consultoría.
-¿Cómo está el nivel de actividad en materia de servicios?
-En la Argentina tenemos los servicios de Auditoría, Impuestos y Consultoría. Auditoría es la división más tradicional y estable, con la que nació la firma acá en 1913. Luego se sumó Impuestos y más tarde Consultoría, la de mayor crecimiento. Además de las actualizaciones de sistemas que hacen las empresas, en Consultoría se desarrolló mucho en el último tiempo la parte de prevención del fraude y monitoreo de sistemas. En transformación digital, incorporamos todo lo que es inteligencia artificial como un nuevo vector, que tiene un gran futuro porque es transversal y atraviesa a todas las empresas. Los clientes empiezan a ajustar la forma en que se vinculan con el mercado, con los proveedores, con los clientes.
- ¿Cuál es el panorama en la división de exportación de servicios?
- Es el área más nueva y la más grande. Empezamos hace 15 años y es increíble el crecimiento que tuvo. En la firma histórica, las de las tres patas (auditoría, impuestos y consultoría), somos unas 2700 personas. En la exportación de servicios, 3500. Hace 15 años, era cero. Arrancó como una ventaja competitiva de costo. Eso no es que se perdió, pero hoy lo más importante es la calidad de la gente, el talento y el huso horario. Trabajamos muy fuerte con Estados Unidos, estamos en la misma zona. Desde acá hacemos lo mismo que hacen otras PwC del mundo. Prestamos servicios de auditoría, impuestos, preparamos propuestas, trabajamos en consultoría y tenemos secretarias argentinas para gente de Estados Unidos.
-Mencionó la cuestión del aumento del costo. ¿Cómo ve la posibilidad de seguir creciendo? Argencon, la cámara de exportadores de servicios, dice que se pueden alcanzar los US$30.000 millones en exportaciones dentro de 10 años (hoy están en casi US$10.000 millones)
-Esto nació [la exportación de servicios por parte de PwC] cuando la Argentina quizás no estaba en un buen momento y era muy barata. Bienvenido sea, porque gracias a eso nació. Con el correr del tiempo se encareció, comparado con el inicio, es más que obvio. Pero la Argentina, por lo menos en el caso de PwC, se ganó un lugar por calidad, porque el tipo de trabajo no es igual en todos lados. Un trabajo más simple puede ir a países más baratos; el que requiere un poco más de capacidad, sofisticación, aguanta algo más caro. A ver: no aguanta tres veces el valor de la India, que es un gran proveedor. Si estuviéramos tres veces más caros que la India sería un problema. Todavía no llegamos a eso. Estamos ahora bastante más caros que la India.
-¿Qué es más caro?
-Dos veces más caro. Pero seguimos siendo bastante más baratos que el país donde se usa el servicio y es un trabajo de calidad. Desde PwC estamos muy activos para seguir desarrollando esta división. Creemos que hay mucho talento en el país y que el sector puede seguir creciendo. Nuestro plan es llegar a las 6000 personas. Hace 15 años, éramos cero y hoy somos 3500.
-¿En qué plazo quieren llegar a ese número?
-Tardamos cinco años en llegar a 300 personas. Los primeros cinco años fueron muy duros porque tuvimos que dar examen continuamente, demostrar que los procesos estaban bien, que la forma de trabajo era parecida a lo que es una oficina de Estado Unidos. En los siguientes 10 años, tuvimos un crecimiento vertiginoso. Creo que en cuatro años podemos llegar a los 6000.
Expectativas en alza
-¿Cambiaron las expectativas de los clientes luego de las elecciones de octubre? ¿Qué perciben?
-Sí, hay sectores que están mejor y otros que todavía no se reacomodaron, como el consumo masivo. Pero en líneas generales las perspectivas son buenas para 2026. Claramente se espera que el Gobierno avance en las dos grandes reformas de las que se viene hablando hace 20 años, la laboral y la tributaria. En la laboral, nadie espera que se bajen los salarios, eso no es la expectativa, pero sí que bajen un montón de sobrecostos, como los judiciales. En el tema tributario, la presión fiscal es alta y hay muchos impuestos distorsivos, como ingresos brutos. Eso, claramente, hay que reverlo. Se debe revisar el esquema en forma integral, con el régimen federal de coparticipación. Creo que están dadas las condiciones para que el año que viene se avance. Uno ve buen ánimo no solo del oficialismo y los partidos cercanos, sino también los no tan cercanos, que están dispuestos a sentarse porque es la única forma de crecer. Es un momento para lograr los consensos para que las reformas no duren dos o tres años, sino que sean de largo plazo.
-¿Cree que se lograrán esos consensos?
-El desafío es hacerlo con mucha colaboración, que todos opinen para buscar la mejor solución. Un buen consenso le va a dar sustentabilidad en el largo plazo, si no, no dura nada. Los inversores del exterior están mirando eso.
-¿Y cuál es la mirada en el exterior sobre la Argentina?
-Los inversores del exterior tienen a la Argentina identificada, ya están mirando. Antes, estaba tachada [de la lista de posibles inversiones]. Saben, conocen sobre el país. Tengo socios que han viajado para captar inversiones y vuelven sorprendidos del nivel de conocimiento que tienen sobre lo que está pasando en la Argentina. Es decir, están mirando con atención. El orden macroeconómico es un gran avance Y corregir algunos factores distorsivos va a dar previsibilidad. Hay mucha expectativa en 2026.
- ¿Cómo está impactando la Inteligencia Artificial en el mundo de la auditoría y en el nivel de empleo? ¿Está reemplazando puestos iniciales, como se dice?
-A ver, en la experiencia de PwC no es así. La inteligencia artificial mejora los procesos, el nivel de entendimiento, de comprensión, la toma de decisiones. Esto se da en todas las vertientes de la compañía. Con IA procesamos mejor la información y podemos asesorar mejor a nuestros clientes en los temas de discusión y la presentación de nuestro trabajo. Es muy desafiante empezar a dominar la inteligencia artificial. En PwC la vemos como una oportunidad para tener un mejor servicio y para captar y formar mejor a la gente. No estamos pensando en inteligencia artificial para reducir la dotación. No la estamos previendo para reemplazar, para cerrar puestos de trabajo. Fuimos siempre una firma de gente y vamos a seguir siendo una firma de gente, mejor preparada, con mejores servicios para los clientes.
-¿La están aplicando en auditoría o en todas las áreas?
-En auditoría se usa, pero también en impuestos, en consultoría y en exportación de servicios. Al final del día, la exportación de servicios es lo mismo que hacía gente en Estados Unidos que ahora hace otra tarea. Con la IA liberamos tiempo para mejorar el análisis. Leer un contrato de 20 hojas y resumirlo llevaba cuatro horas y la IA lo hace en dos minutos. Pero después hay que mirar que el resultado sea bueno. Liberamos tiempo para que a partir de eso la gente siga mejorando el análisis y la capacidad de dar servicios. Esa es la definición que tenemos.



A lo largo de los años, diversos roguelites han marcado un antes y un después en la industria. Nombres como Hades, Enter the Gungeon y Dead Cel