El estado australiano de Nueva Gales del Sur, el más poblado del país, se encaminó este martes a aprobar un paquete de leyes que endurece de forma significativa el control de armas y otorga a las autoridades la facultad de prohibir protestas tras el ataque armado más letal en décadas, ocurrido durante un evento de Janucá en Bondi Beach, que dejó 15 muertos y que las autoridades describieron como un atentado terrorista antisemita.
Por el ataque están acusados Sajid Akram y su hijo Naveed Akram, señalados por las fuerzas de seguridad como responsables de haber elegido de manera deliberada un acto de la comunidad judía. El gobierno estatal decidió convocar de urgencia al Parlamento para tratar lo que definió como “las reformas más duras sobre armas de fuego del país”, en un contexto de creciente presión política a nivel estatal y federal.
Las reformas establecen un límite máximo de cuatro armas de fuego por persona, con una excepción de hasta 10 armas para determinados perfiles autorizados, como agricultores. Además, la legislación prohíbe la exhibición de “símbolos terroristas”, entre ellos la bandera del Estado Islámico, que según las autoridades fue hallada en un vehículo vinculado a uno de los acusados.
El paquete legal también concede a las autoridades la potestad de prohibir manifestaciones públicas por un período de hasta tres meses después de un incidente calificado como terrorista. El gobierno estatal prevé que la iniciativa reciba la aprobación final de la cámara alta del Parlamento de Nueva Gales del Sur entre la noche del martes y las primeras horas del miércoles.
El primer ministro estatal, Chris Minns, defendió la iniciativa y sostuvo que las leyes “serán un mensaje claro y un avance concreto para mantener a salvo a la población de Nueva Gales del Sur”. En declaraciones a la prensa, añadió que las reformas apuntan tanto al control de armas como a cambios en el régimen de protestas “para bajar la tensión en Sídney”.
En paralelo al debate legislativo, en los últimos días surgieron nuevos detalles sobre la preparación del ataque en Bondi Beach. Documentos policiales difundidos el lunes señalaron que los dos acusados realizaron entrenamiento con armas de fuego en una zona rural de Nueva Gales del Sur y que el atentado respondió a una planificación “meticulosa” que se extendió durante varios meses.
Según esos documentos, los sospechosos grabaron en octubre un video en el que arremetieron contra “sionistas” mientras posaban frente a una bandera del Estado Islámico y explicaban sus motivaciones. La policía también indicó que los acusados efectuaron una visita de reconocimiento nocturna a Bondi Beach pocos días antes del ataque.
Durante el atentado, Sajid Akram, de 50 años, murió tras recibir disparos de la policía. De nacionalidad india, había ingresado a Australia con una visa en 1998. Su hijo Naveed Akram, de 24 años y ciudadano australiano nacido en el país, fue trasladado el lunes desde un hospital a la prisión de Long Bay, en el sureste de Sídney.
Naveed Akram enfrenta 15 cargos de asesinato, además de acusaciones por cometer un acto terrorista y por colocar un explosivo con intención de causar daño. Hasta el momento, no presentó declaración de culpabilidad ante los tribunales.
(Con información de AFP)


