California se prepara para recibir el Año Nuevo bajo un escenario climático complejo, marcado por lluvias persistentes, ráfagas intensas y un riesgo elevado de inundaciones y deslaves en varias regiones. Frente a este panorama, el gobernador Gavin Newsom activó un recurso de último momento con el objetivo de reforzar la capacidad de respuesta del Estado Dorado.
La Oficina del Gobernador lanzó un comunicado oficial en el que anunció que se ordenó el preposicionamiento de personal y equipamiento de emergencia en puntos estratégicos de California.
La medida se canalizó a través de la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador (Cal OES, por sus siglas en inglés), que coordinó el despliegue anticipado de brigadas de rescate y recursos especializados en áreas con mayor probabilidad de sufrir inundaciones, flujos de barro y arrastre de escombros.
El operativo pone el foco en el sur de California, la Costa Central y los alrededores de Sierra Nevada, con especial atención a las zonas afectadas recientemente por incendios forestales, donde los suelos presentan menor capacidad de absorción de agua y son más propensos a presentar anegaciones.
Según explicó el propio gobernador demócrata en un comunicado, la estrategia apunta a “responder más rápido y de manera más efectiva si las condiciones empeoran”, al tiempo que instó a la población a mantenerse informada y a respetar las advertencias de las autoridades locales.
En los condados de Los Ángeles y Ventura, considerados entre los más expuestos, el estado posicionó un conjunto significativo de recursos.
El despliegue incluye equipos especializados en rescate acuático, maquinaria pesada para despeje de caminos, brigadas, unidades contra incendios, helicópteros y una compañía de búsqueda y rescate urbano, además de personal de apoyo.
La oficina del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) de Los Ángeles/Oxnard detalló en su informe que, a partir de la madrugada del 1° de enero, la región experimentaría los efectos más notorios del sistema de tormentas.
Tras un período inicial con vientos de Santa Ana, el ingreso de un sistema desde el sur incrementará la humedad y dará lugar a lluvias generalizadas.
Según el pronóstico, las precipitaciones aumentarán en cobertura e intensidad durante la madrugada y la mañana del feriado, con el período más activo concentrado entre la medianoche y el mediodía.
Las áreas al sur de Point Conception, en especial las laderas orientadas al sur y las zonas de estribaciones, quedarían expuestas a los mayores acumulados.
El informe del NWS advirtió que, debido a la saturación previa del suelo por tormentas recientes, gran parte del agua caída se transformará rápidamente en escorrentía superficial, lo que elevará el riesgo de inundaciones en zonas urbanas y flujos de barro.
Por ese motivo, continuará vigente una vigilancia por inundaciones que abarca desde el sur del condado de Santa Bárbara hasta Los Ángeles.
La oficina meteorológica también señaló que, tras una disminución gradual de las lluvias durante la tarde del 1° de enero, persistirán chaparrones aislados.
Más al interior del estado, la oficina del NWS en Hanford centró su atención en el Valle Central y el sur de Sierra Nevada, donde la tormenta también plantea un escenario de alta vulnerabilidad desde las primeras horas del Año Nuevo.
El pronóstico indicó lluvias intensas desde la noche del 31 de diciembre, con mayor impacto durante la madrugada y la mañana del 1° de enero, especialmente en el condado de Kern.
El organismo mantendrá activa una vigilancia por inundaciones desde las 22 hs del miércoles hasta la misma hora de la noche del jueves, ante la elevada probabilidad de acumulados significativos de agua en áreas montañosas y desérticas que ya habían recibido abundantes precipitaciones la semana previa.


