Doce personas murieron y decenas resultaron heridas en un ataque terrorista perpetrado por dos hombres armados —identificados como padre e hijo— durante una celebración de una festividad judía en la playa de Bondi en Sídney, Australia.

Tras el ataque, la policía abatió al mayor de ellos, de 50 años, mientras que el segundo resultó herido y fue puesto bajo custodia en estado crítico. El presunto agresor fue identificado como Naveed Akram, un albañil del suroeste de la ciudad, de 24 años, que había perdido su trabajo recientemente, según informó ABC News citando a una fuente anónima cercana a un oficial de policía.

Akram, de presunto origen pakistaní, estudió en la Universidad Central de Queensland en Sídney y en la Universidad Hamdard en Islamabad. Las autoridades australianas informaron que la policía allanó la casa de Akram en el suburbio de Bonnyrigg el domingo por la noche, de acuerdo con lo que consignó la cadena norteamericana. En el operativo policial fueron detenidas dos personas en relación con el tiroteo.

El Comisionado de Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, sugirió que uno de los tiradores era conocido por las autoridades, pero que no había habido una amenaza específica. “No es alguien a quien hubiéramos estado considerando automáticamente en este momento”, afirmó.

Las autoridades locales también detectaron varios artefactos explosivos improvisados de un coche aparcado en Campbell Parade, en Bondi Beach, vinculado al pistolero fallecido. Hasta el momento, no hay más información sobre la identidad del segundo tirador.

El ataque terrorista

Los dos hombres armados mataron al menos a doce personas el domingo durante la celebración de la festividad judía de Janucá en la playa de Bondi de Sídney, según informaron las autoridades australianas, que calificaron el suceso como un ataque terrorista. Al evento habían concurrido por lo menos 2000 personas, ya que se trata de una de las playas más populares de la región.

La masacre siguió a una ola de ataques antisemitas que sacudieron al país durante el último año, aunque las autoridades no sugirieron que esos episodios y el tiroteo masivo del domingo estuvieran conectados. Es el tiroteo más mortífero en casi tres décadas en un país con estrictas leyes de control de armas.

El primer ministro del país, Anthony Albanese, emitió un comunicado en el que lamentó las “escenas impactantes y angustiosas” que llegan de Bondi, confirmó heridos tras el suceso y convocó una reunión urgente de su gabinete de seguridad.

Aunque las autoridades australianas evitaron, por ahora, vincular formalmente el ataque con la celebración religiosa, el presidente de Israel, Isaac Herzog, denunció un “vil atentado terrorista contra judíos que encendían las primeras velas de Janucá en la playa de Bondi” y reclamó al Gobierno australiano una respuesta firme frente a lo que describió como una “ola de antisemitismo” en el país.

Con información de AFP y DPA