Antes de emprender, uno de los principales riesgos es iniciar sin antes conocer al mercado. Esto puede crear una base inestable desde el inicio, lo que pone en riesgo la operación y en el peor de los escenarios, quebrar.
En este contexto, el 19% de las empresas fracasa por la falta de conocimiento en el mercado y 20% por una mala gestión administrativa, de acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México (Asem).
Aunque una idea de negocio puede parecer atractiva, uno de los errores más comunes es diseñar una solución sin haber identificado el problema que se busca resolver.
Un error en fase inicial al emprender es enamorarse de la solución y tratar de ver quién la compraría”, comenta Filippo Bonani, cofundador de OutHand Consulting.
Aferrarse a una idea de negocio sin antes conocer el mercado suele ser un problema, porque el emprendedor decide operar a ciegas.
David Dávila, socio director de ACTION Coach Iberoamérica, relata que hay casos en los que al evaluar el modelo de negocio de los emprendedores, los números suelen indicar que no es rentable, pero prefieren seguir por una cuestión emocional.
Por ejemplo, una pastelería puede abrir porque maneja recetas caseras, pero si se instala en una zona de baja demanda o la competencia es alta, difícilmente será sostenible.
Datos de la Asem muestran que una de las razones por la que se emprende es porque se vio una posibilidad de negocio rentable, de acuerdo con el 28% de los mexicanos.
Por eso, antes de invertir en insumos, el primer paso es hacer un plan de negocio, ya que esto ayuda a realizar una proyección financiera.
Dentro de esa proyección financiera tenemos que garantizar que efectivamente el producto o servicio que se esté definiendo va a lograr generar utilidad, rentabilidad y un retorno de inversión”, explica David Dávila.
Para ver si es viable una idea o no, es importante analizar si resulta atractivo para el mercado, ver cómo el producto o servicio resolvería un problema o qué lo hace diferente.
Un ejemplo es la aplicación Waze, la cual surgió por la frustración del tráfico que pasaba diariamente Uri Levine, fundador de la startup, quien vio un problema que afecta cotidianamente a la población.
Una vez definida la propuesta, el siguiente paso, de acuerdo con Filippo Bonani, es conversar con clientes potenciales para conocer su percepción y si estarían dispuestos a comprar.
David Dávila, puntualiza que es una buena señal cuando las personas que no pertenecen al círculo social validan la idea. Además, aconseja no omitir la segmentación del mercado, ya que esta define con mayor precisión al público objetivo.
Enlace imagen
5 pasos para mejorar una idea de negocio
El producto mínimo viable es un método para probar qué tal le va a un producto en el mercado.
“El mismo mercado te va a dar indicaciones, sugerencias para modificar y perfeccionar. Muchas veces en una etapa inicial, es más importante lanzar el producto con un nivel determinado de lo que necesita el mercado para darte cuenta cómo puedes mejorarlo”, dice Filippo Bonani.
Un escenario en el que la idea de negocio no es viable puede causar desilusión, pero hay dos alternativas: la primera es hacer las modificaciones necesarias y la segunda es descartar la idea.
A pesar de que la última opción es difícil de aceptar, David Dávila aconseja hacer caso a los números antes que apegarse a la historia del negocio.
Cuando los números dicen que no es viable, hay que detenerlo, echarlo para atrás y reajustar. Hay que ser muy racionales en ese sentido”, comenta.
Sin embargo, los especialistas coinciden en que estar abiertos a la retroalimentación y la disposición para hacer los ajustes necesarios, son puntos clave para aumentar el éxito al emprender.

