El primer debate en la Cámara de Diputados con la nueva composición fue muy distinto a lo que imaginaba el presidente Javier Milei. Cuentan quienes lo vieron días después de la sesión agridulce (más agria que dulce) que se mostró indignado y soltando todo tipo de insultos contra opositores que él creía dentro del bolsillo.
Por esa línea estuvieron sobre todo el gobernador de Catamarca y el de Neuquén. Al primero, Raúl Jalil, llegó a maldecirlo con algún pedido “celestial”. Un funcionario suyo, conocedor de las “reglas” políticas hace más de 25 años reconoció a El Cronista: “Jalil nos pagó lo que le dimos con la ruptura del bloque peronista. Con ese movimiento su saldo volvió a cero”, relató.
Ante ese análisis, ¿cómo nadie previó lo que podía pasar? Un diputado que buscó acercar posiciones lo definió así: “Por zarparse”. Se refería al intento por hacer todo de una pasando por encima de acuerdos previos.
El PRO ardió. Cristian Ritondo denunció ante la Justicia la “inconstitucionalidad” de los nombramientos de la Auditoría General de la Nación (AGN). Un libertario con despacho en Casa Rosada no lo pudo creer y arremetió contra el jefe de bloque: “Salta así porque lo dejaron afuera de la repartija. Debería saber que él apostó al caballo perdedor que fue el de Santiago (Caputo) porque el que ganó fue el de Karina (Milei) al que le jugó Santilli”, sentenció.
El viernes, contó el colega Pablo Escobar en Letra P, hubo un asado donde estuvieron Santilli y Ritondo. El tercero fue Martín Menem, titular de Diputados. El tono fue gentil pero en el fondo nada cambió. Ritondo cree que rompieron códigos y volver a la confianza no será sencillo. La pregunta es, más allá del enojo, ¿qué puede hacer el PRO además de quejarse con un asado de por medio?
En el PJ un asesor de Cristina Kirchner pensaba que “sus muchachos no la dejan en paz ni internada”. Se refería así a la disputa en plena calle de Quilmes entre un sector de Juan Grabois y la intendenta con uso de licencia de ese distrito, Mayra Mendoza.
Los “‘militantes” de UTEP hicieron lo único que saben, arremeter con violencia ante el Concejo Deliberante que aprobó el ordenamiento del estacionamiento en el centro de la ciudad. Tocaron un negocio. Y Grabois no parecía dispuesto a permitirlo. Todo terminó en represión policial ante los desmadres.
La intendenta le envió un durísimo audio a Grabois donde le dijo “no sé quién te crees que sos”. Lo cierto es que el dirigente que habla directamente con Cristina es criticado por muchos dentro del PJ por su forma de jugar a ser “el único honesto dentro de la política”. ¿Intercederá la expresidenta? Imposible saberlo aún.
Axel Kicillof reunió más de 150 dirigentes para insistir con su Movimiento Derecho al Futuro. Con el vínculo quebrado hace tiempo con el universo camporista, insiste en ser el candidato natural para enfrentar a Milei en 2027.
Más allá del ruido político, la economía convive en tensa calma. Por un lado, un sector de la sociedad que mantiene expectativa positiva de cara al próximo año y agradece la estabilidad cambiaria para proyectos personales. Del otro, un consumo que sigue en retracción y no remonta. ¿De qué sirve la estabilidad si no llego a fin de mes? Es una pregunta que se repite.
Los sueldos no suben y la inflación, aunque no desopilante, mantiene un número por encima del 2%. El alza es constante desde mayo. Y los servicios suben por encima del promedio. El consumo de quienes están por debajo en la pirámide de ingresos se desplomó.
Un empresario que financia vivienda propia en sectores populares habló con este medio al respecto. Y lo ejemplificó: “El que paga 800 mil pesos por mes en su crédito no corta el crédito. El que pagaba 200 mil desapareció. Y el que vive del sector público está en retracción total. Y no aparece alguien que lo reemplace. No va a cambiar en 2026”, planteó.


