El árbol de Navidad es uno de los elementos más emblemáticos de las celebraciones de Nochebuena y Año Nuevo. Su significado y tradición representan una de las épocas más anheladas por millones de mexicanos.
El proceso de decoración con luces brillantes, esferas coloridas y diversas figuras es un evento especial que suele reunir a toda la familia.
Una figura tan importante en las festividades decembrinas no puede terminar en el camión de la basura, en la banqueta de una calle o arrumbado en un lote baldío.
En los próximos días llegará el momento de decir adiós arbolito que nos acompañó en esta temporada. Si eres de los que compró un pino natural, ¿ya pensaste qué harás con él?
Armando lleva más de una década con su arbolito. Su gusto y respeto por el medio ambiente, además del gasto en el bolsillo, le impide comprar un pino natural cada diciembre. Hace 12 años adquirió uno y lo dejó secar a lo largo de 11 meses.
En vísperas de la siguiente Navidad, retiró el resto de las hojas secas y pintó de blanco el tronco y las ramas que tenía, lo adornó con luces y esferas y listo, como nuevo. “No tienes idea como me chulean mi pino, es una delicia tenerlo aún conmigo. Además, gastar cada año 1,000 o 2,000 pesos en uno nuevo es un balazo en el pie”.
Armando considera que ya llegó el momento de jubilarlo, porque su desgaste es inminente. Por ello, este diciembre adquirió otro arbolito natural y planea hacer el mismo proceso para los siguientes años. “He visto que ofrecen piezas similares en mercados como Jamaica y Xochimilco y los venden en 1,000 pesos o más”.
Existen diversas formas de aprovechar el árbol de Navidad que nos acompañó en estas semanas, además es importante considerar que el tiempo de crecimiento que se requiere para cada unidad va de cinco a 10 años.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) da algunas ideas para sacarle el máximo provecho.
Como puedes ver, opciones hay muchas, sólo falta poner un poco de creatividad y manos a la obra. Anímate como Armando y te ahorrarás unos buenos pesos en 2026.


